Flujo de caja: ¿cómo mantener la rentabilidad en tu PYME?

Eso es clave en todos los niveles de una compañía, por supuesto, pero mucho más en el área de las finanzas.

La información financiera de una empresa es clave para conocer el estado de la compañía y tomar decisiones a futuro. No se trata solo de una captura de datos brutos, sino de un ejercicio, a partir de las cifras, de análisis y previsiones. Existe una herramienta que permite hacerlo: el flujo de caja.

¿Qué es el flujo de caja?

El Flujo de Efectivo o de Caja tiene la capacidad de mostrar ingresos y egresos en comparación con un período de tiempo definido (se pueden hacer Flujos de Caja por semanas, meses, años o períodos más largos, dependiendo de la magnitud y las necesidades del negocio).

Entre más detallado se pueda hacer ese flujo de caja, la información será más útil y permitirá conocer el estado de la compañía sin dejar cabos sueltos. Entre los ingresos, por ejemplo, se deberá ubicar todos los conceptos por los cuales haya una entrada efectiva de dinero a la empresa.

En la casilla de egresos, por el contrario, debe indicarse el dinero que sale de la caja de la empresa, ya sea para compras, pagos a proveedores, gastos de nómina, arrendamientos por algún concepto y pago de servicios (agua, luz, etc) por solo poner unos ejemplos.

Con la claridad de esos dos componentes, una PYME puede llegar a una conclusión clave: cuánto gasta y cuánto cuesta su operación en ese determinado tiempo. Se trata de la diferencia entre los ingresos de efectivo, contra los egresos de efectivo durante el mismo período de tiempo.

Esa diferencia puede ser positiva o negativa.

• Si es positiva, los ingresos superaron los egresos.
• Si es negativa, los ingresos no alcanzaron para cubrir lo que costó la compañía en ese período de tiempo.
• El resultado también puede ser cero: los ingresos son iguales a los egresos.

Lee también: ¿Cómo cuidar las finanzas en las PYMES?

¿Cómo interpretar y analizar el flujo de caja en tu PYME?

El flujo de caja le permite a una compañía tomar decisiones claves en su presente y futuro a mediano y largo plazo. Ya sea que el saldo final sea positivo, negativo o cero, siempre hay una estrategia a seguir.

Algunas estrategias que se pueden implementar luego de analizar el flujo de caja:

1. Si el saldo es positivo, la PYME podría usar los recursos adicionales en inversión, renovación o mantenimiento, abonar en una deuda anterior o simplemente pasar este saldo al siguiente período.
2. Si el saldo es negativo, la compañía tiene la certeza de que hay que tomar decisiones. Eso seguramente tiene que implicar un ahorro en ciertos escenarios, gastos o incluso algún recorte.
3. En la tercera posibilidad, si el salto final es cero, se pueden desplegar con mayor tranquilidad estrategias que permitan avanzar a un saldo positivo, el siguiente propósito seguro de una PYME.
    

Todas estas acciones solo se pueden desplegar a partir del conocimiento y gestión de un flujo de caja ordenado y juicioso. De esta manera, se evita un poco la incertidumbre, ya que una PYME puede tener claro cuánto cuesta su operación en, por ejemplo, un mes, y proyectarla por un año más.

El flujo de caja de la compañía debe ser la herramienta que guíe todas las decisiones financieras de la empresa, desde los más pequeños gastos hasta los caminos de inversión y recorte.

Técnicas para el análisis del flujo de caja en las empresas

Teniendo claro lo importante que es contar con un flujo de caja, la pregunta siguiente es cómo lograrlo sin morir en el intento. Para hacerlo, comience asimilando que el flujo de caja no es más que un informe financiero.

Claro, no es un informe cualquiera, tiene algunos componentes claves:

Información contable segura: 

Tenga confianza del origen de los datos financieros que va a usar. Esa información le dará el saldo inicial, es decir, el punto de partida del flujo.

El período que va a analizar:

Defina si va a hacer un flujo de caja que analice un mes, un año o más. Eso dependerá de las necesidades de la PYME y de lo que pretenda a futuro.

Sea constante:

No hay que dejar pasar ningún ingreso o egreso. Si alguno de esos saldos, por pequeños que sean, quedan por fuera, el saldo final no será un diagnóstico confiable.

Lo que debes tener en cuenta para el plan de negocios para PYMES

Por último, ninguna PYME puede olvidar que se hace un flujo de caja para tener un panorama y tomar decisiones. Dejar esa información en un cajón guardada no soluciona posibles inconvenientes ni prepara a la compañía para el futuro. ¿Cuáles podrían ser esos pasos para seguir?

Aquí te damos una buena alternativa…

¿Cómo mejorar el flujo de caja de tu PYME?

Cualquiera que sea el saldo final después de un flujo de caja (positivo, negativo o cero), las PYMES pueden encontrar en los Pluxee una oportunidad de ahorrar y optimizar el presupuesto, sin hacer recortes de personal (por ejemplo), que terminen afectando la productividad.

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Te recomendamos: Ahorro en el aumento salarial de PYMES: ¿cómo lograrlo?

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